Este post contiene Salmos de Fortaleza Reina Valera 1960. Los Salmos son una colección de poemas y cánticos que se encuentran en el Antiguo Testamento de la Biblia. Estos escritos fueron utilizados en la adoración y el culto en el templo de Jerusalén, y también se utilizaron como una forma de expresar el dolor, la alegría, la alabanza y la gratitud hacia Dios. Dentro de los Salmos, encontramos una gran cantidad de textos que hablan acerca de la fortaleza y el poder de Dios, y cómo estos aspectos pueden fortalecer al ser humano en momentos de aflicción y dificultad.
Los Salmos de fortaleza nos muestran que Dios es nuestra roca, nuestro refugio y nuestra fortaleza en momentos de crisis. En ellos encontramos palabras de aliento y consuelo que nos recuerdan que, a pesar de las pruebas y tribulaciones, Dios siempre está presente y dispuesto a ayudarnos. También nos recuerdan que podemos confiar en Dios y en su sabiduría divina, incluso cuando no podemos comprender sus planes.
A través de los Salmos de fortaleza, podemos encontrar una conexión espiritual más profunda con Dios, que nos ayuda a afrontar los desafíos de la vida con una actitud positiva y una perspectiva esperanzadora. Estos Salmos nos invitan a confiar en Dios y a encontrar la fortaleza que necesitamos para superar cualquier situación difícil que se nos presente.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Salmos 18:2)
Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino. (Salmos 18:32)
Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí. (Salmos 18:39)
Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmos 23:4)
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmos 27:1)
Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado. (Salmos 27:3)
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. (Salmos 28:7)
Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz. (Salmos 29:11)
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón. (Salmos 31:24)
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. (Salmos 34:19)
Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. (Salmos 37:39)
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1)
Pero yo cantaré de tu poder, Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. (Salmos 59:16)
En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. (Salmos 62:7)
Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. (Salmos 71:3)
Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. (Salmos 73:26)
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. (Salmos 91:2)
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. (Salmos 91:4)
Mas Jehová me ha sido por refugio, Y mi Dios por roca de mi confianza. (Salmos 94:22)
No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. (Salmos 112:7)
Mi fortaleza y mi cántico es JAH, Y él me ha sido por salvación. (Salmos 118:14)
Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. (Salmos 119:28)
Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado. (Salmos 119:50)
Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. (Salmos 119:92)
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. (Salmos 121:1-2)
El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma. (Salmos 138:3)
Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra. (Salmos 144:1)
Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. (Salmos 147:3)
Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; Y su entendimiento es infinito. (Salmos 147:5)
Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación. (Salmos 149:4)
Versión en Portugués: Salmos de Força
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