Queridos amigos, si conocen a un niño que está enfermo y necesitan una oración para pedir por su sanación, les comparto esta oración que pueden hacer por él.
Amado Dios, en este momento nos acercamos a ti con humildad y súplica en nuestros corazones, para pedirte que extiendas tus manos sanadoras sobre este niño que está enfermo. Sabemos que tú eres el Gran Médico y que tienes el poder de sanar todas las enfermedades. Te pedimos que le des la fuerza para superar esta enfermedad y que le devuelvas la salud y la felicidad que tanto necesita.
Padre celestial, sabemos que tú eres un Dios amoroso y compasivo que siempre está dispuesto a ayudar a tus hijos. Te pedimos que estés cerca de este niño y que lo protejas de cualquier mal. Envía ángeles de sanación para que lo rodeen y lo protejan en todo momento.
Te pedimos también que le des la paz y la tranquilidad que necesita para enfrentar esta situación. Ayuda a su familia a tener la fuerza y la confianza en ti para apoyarlo y cuidarlo en estos momentos difíciles. Sabemos que en ti podemos encontrar el consuelo y la esperanza que necesitamos.
Señor, en tu palabra nos enseñas que si tenemos fe, podemos mover montañas. Por eso, te pedimos que aumentes nuestra fe y nuestra confianza en ti. Danos la fortaleza para seguir adelante y para mantenernos firmes en tu amor.
La palabra de Dios nos enseña que él es nuestro sanador y nuestro protector. Aquí les comparto algunos versículos bíblicos que hablan de la sanación y que pueden ayudarnos en nuestra oración por el niño enfermo:
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. (Isaías 53:5)
Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. (Oseas 14:4)
Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste. (Salmos 30:2)
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. (Juan 6:35)
Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! (Marcos 10:46-47)
Estos versículos nos recuerdan que Jesús es nuestro sanador y que podemos acudir a él en cualquier momento para pedir su ayuda y su protección. También nos enseñan que la fe y la confianza en Dios.
Versión en Portugués: Oração de Cura por uma Criança
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